El Demonio de la Catedral de México

Nombre: El Demonio de la Catedral de México

Lugar: Ciudad de México
Época: Contemporánea
Género: Terror
Subgénero: Creepypasta

El Demonio de la Catedral de México es una creepypasta de la Ciudad de México que se popularizó a través de Redes Sociales y que se mantiene vigente a pesar de haber sido refutada. 

Versión Histórica

El 21 de septiembre de 1629 la Ciudad de México, siendo entonces la capital de la Nueva España, sufrió una tormenta que duró 40 horas y dejó la ciudad inundada por 5 años. Este episodio fue conocido como el Diluvio de San Mateo o la Inundación de 1629.

Los habitantes de la ciudad tuvieron que desplazarse en chalupa entre las calles y los sacerdotes incluso pasearon a la virgen de Guadalupe, también en canoas, haciendo rezos para solucionar la crisis. 

Leyenda

Una leyenda cuenta que la inundación fue provocada por el dios mexica Tláloc, a quien los indígenas habían convocado para que se vengara de los españoles por haber tomado Tenochtitlán. 

Otra leyenda narra que en lugar de Tláloc conjuraron a un demonio quien fue el responsable de haber traído la tormenta. Un demonio que los sacerdotes que trabajaban en la Catedral lograron aprisionar dentro de un ataúd que después resguardaron en las profundidades del templo. 

De acuerdo con un relato, dos sacerdotes, Tomás de Salazar y Miguel, habrían encontrado un ataúd misterioso en los sótanos mientras laboraban en las reparaciones de la Catedral Metropolitana tras el inicio de la inundación. El sarcófago no tenía nombre ni marcas. 

El sarcófago fue dejado en el coro de la catedral en lo que continuaban las reparaciones. Ahí, un Padre Superior y un Organista descubrieron una hendidura por la que se podía espiar el interior del ataúd y dentro encontraron a un horrendo ser. Creyendo que se trataba de un demonio, notificaron al Santo Oficio quienes determinaron realizar un exorcismo al ataúd. 

Así, una noche realizaron la ceremonia, logrando abrir el sarcófago mas una horrenda criatura salió de él, matando del susto al exorcista. Tiempo después los sacerdotes lograron recapturar al demonio, encerrarlo en un ataúd y colocarlo en la misma cripta que Fray Juan de Zumárraga, el primer arzobispo de México. 

Origen

La Leyenda, si bien podría explicar la Inundación de San Mateo, en realidad fue creada por una Agencia de Viajes Fraudulenta para aumentar ventas de tours hacia la Catedral Metropolitana (siendo que el departamento de turismo de la Catedral ya da tours de forma gratuita). 

Legado

La leyenda del Demonio de la Catedral se viralizó en Redes Sociales, especialmente en TikTok, sin embargo Alfredo Martínez, encargado por ese entonces del departamento de Relaciones Públicas de la Catedral Metropolitana, desmintió la existencia de tal leyenda y denunció su uso para cometer fraude por parte de Agencias de Viajes fraudulentas que ofrecían recorridos sin el permiso de la Arquidiócesis. 

Advertencia

Aunque, si quieren darla por verdadera, la advertencia sería no abrir jamás el sarcófago junto a la tumba de Fray Juan de Zumárraga pues dentro podría encontrarse aquel demonio de la tormenta. 

Hoy en Día

Supuestamente sí  hay un ataúd sin nombre ni marcas junto a al de Fray Juan de Zumárraga.  

El Dragón Dormido de Tequila

Nombre: El Dragón Dormido de Tequila

Lugar: Tequila, Jalisco
Época: Colonial
Género: Fantasía
Subgénero: Dragones

La Leyenda del Dragón Dormido de Tequila es una leyenda colonial de fantasía de Tequila, Jalisco. 

Leyenda

Cuenta la leyenda que debajo de Tequila vive un gigantesco dragón. Su respiración provocaba fuertes vientos en el pueblo y temerosos, los habitantes construyeron una cruz sobre su cabeza para que cayera dormido. 

Se dice  que la cola del dragón se encuentra en el volcán Tequila y que el pueblo de Tequila se encuentra erigido sobre la panza del dragón. 

Otros dicen que la cabeza del dragón está debajo del volcán Tequila y que su cola llega a un cuerpo de agua llamado La Toma. 

Origen

La leyenda del dragón de Tequila debe haber surgido para explicar tanto la presencia de la cruz atrial de la iglesia de Santiago Apóstol como la presencia del volcán Tequila así como las fuertes corrientes de aire en el pueblo. 

Legado

La Cruz Atrial de la iglesia de Santiago Apóstol se dice que es la mítica cruz que fue construida justo sobre la cabeza del dragón, para dormirlo. 

Advertencia

No hay que retirar jamás la Cruz Atrial, de lo contrario, el dragón despertará. 

Hoy en Día

Se dice que los fuertes vientos que hay sobre la iglesia y en el pueblo de Tequila se deben a la fuerte respiración del dragón dormido. 

El Caporal Ardilla

Nombre: El Caporal Ardilla

Lugar: Aguascalientes
Época: Moderna
Género: Terror
Subgénero: Demonios

El Caporal Ardilla es una leyenda moderna de terror de Aguascalientes. 

Versión Histórica

José Altamirano y Ardilla Resendes era un caporal que servía al marqués de Guadalupe. 

Leyenda

Cuenta la leyenda que el ganado del marqués se estaba reduciendo ya fuera porque las reses morían o se escapaban por la cerca inacabada que los contenía. 

Preocupado por perder su empleo, y para ganar el favor de su patrón, Ardilla le prometió que aumentaría el número del ganado. Aunque temía que no fuera a lograrlo, por ello se dice que hizo un pacto con el Diablo, vendiéndole su alma a cambio del don de aumentar el ganado de su amo. Fue así que Ardilla recibió un cuerno mágico con el que podía resucitar a las reses que morían, tan solo de hacerlo sonar. 

Como parte del trato, Ardilla también ganó riquezas, juventud y mucha fortuna. 

El Diablo había fijado que volvería el 24 de diciembre de 1870 a cobrar el alma de Ardilla. Otras versiones prometió que lo haría doce días después de celebrado el pacto. Ardilla estaba muy asustado de lo que fuera a pasar. Su amigo, el Caporal Comal, y la esposa de su patrón, la Marquesa, notaron su inquietud y le preguntaron qué le sucedía. Ardilla les confesó el pacto que había realizado con el Diablo. 

La Marquesa y Comal gestaron un plan para salvar a Ardilla y rodearon la propiedad con cruces, para que el Diablo no pudiera acercarse. Así, lograron mantenerlo alejado por un tiempo hasta que Ardilla se descuidó un día. El Diablo lo capturó, pero Ardilla rezó un Ave María. El Diablo se enfureció y estampó a Ardilla contra una peña, llamada Peña Blanca, donde aún hoy en día se puede ver su figura. 

Después el Diablo intentó llevarse el alma de Ardilla de nuevo pero este logró convencerlo de darle una prorroga afirmando que había prometido al Marqués reparar la valla de manera que las reses no pudieran escaparse. El Diablo hizo un nuevo trato, él repararía la valla antes de que cantara el gallo de la villa y si lo hacía terminaría por llevarse el alma de Ardilla. Ardilla aceptó. 

El Diablo y sus demonios se pusieron a trabajar y mientras nadie lo veía, Ardilla tomó el gallo de la villa, se montó en el caballo más ligero y huyó hacia las montañas, buscando el amanecer. Cuando el Diablo terminó, creía haber vencido porque no había escuchado al gallo sin embargo no sabía que el gallo de la villa ya había cantado pues había visto el amanecer un poco antes de lo que aparecía en la villa. 

Fue así como Ardilla escapó de su pacto y se ganó la fama de haber burlado al Diablo. 

 Origen

La leyenda surgió para explicar, entre otras cosas, una silueta inusual en Peña Blanca. 

Advertencia

Uno no debe hacer pactos con el Diablo, pues aunque puede ser burlado, el precio a pagar puede ser muy alto. 

El Niño que Enseña Los Dientes

Nombre: El Niño Que Enseña los Dientes

Lugar: Baja California Sur
Época: Contemporánea
Género: Terror
Subgénero: Fantasmas

El Niño que Enseña los Dientes es un personaje de leyenda de terror de Baja California Sur. 

Versión Histórica

Don Hipólito Escopinichi era un zapatero quien tenía su negocio en la esquina de la calle 16 de septiembre y Altamirano, y quien vivía en la Zona de Valentín Gómez Farías y Reforma. 

Una noche, mientras volvía a casa, se encontró a un niño pidiendo limosna. Hipólito se enterneció y le dio al niño una moneda. En señal de agradecimiento, el niño le mostró una enorme, grotesca y horrenda sonrisa que aterrorizó a Don Hipólito. 

Leyenda

Se empezó a hablar entonces de una entidad que se manifestaba como aquel niño andrajoso quien pedía limosna y mostraba su horrible sonrisa. 

Cuenta la leyenda que un agente de la Policía pasaba una noche por la esquina de Reforma y Altamirano. Iba camino al edificio del Sobarzo cuando notó al niño pidiendo limosna. El agente, quien ya había escuchado de la leyenda, bajó de su auto y se acercó al joven para darle una moneda. El joven le mostró su macabra sonrisa y aterrorizado, el Policía sacó su porra dispuesto a golpear al niño. El agente falleció al instante por un paro cardíaco. 

Otra leyenda cuenta de una mujer que regresaba del hospital de Salvatierra en la colonia Esterito cuando se encontró al niño. Ella huyó aterrorizada hacia las calles del barrio de la Isla de Cuba pero fue alcanzada por una jauría de perros que la atacó hasta matarla. 

Algunos decían que el niño surgía desde una pared de piedra que circundaba la huerta de la familia Toledo. Por el temor de la leyenda, un grupo de albañiles tiraron la pared, sin embargo, mientras lo hacían, decían que escuchaban gritos entre las piedras. 

Nadie sabe con exactitud qué es el Niño que Enseña los Dientes, pero se dice que todo aquel que le niegue limosna morirá por un paro cardíaco al instante. 

Origen

Es probable que la leyenda haya surgido a raíz de un niño de sonrisa desgastada que pedía limosna por las noches en la zona. 

Advertencia

Si caminas por las calles Reforma y Altamirano en la ciudad de La Paz, en Baja California Sur y un niño te pide limosna, debes dársela, pues podría tratarse del Niño que Enseña Los Dientes. Si no le das limosna, y se trata de él, podrías fallecer por un paro cardíaco. 

Apariciones en Medios

La leyenda es representada en los cómics de Menumentos Mexafísicos. 

La Deuda del Diablo

Nombre: La Deuda del Diablo

Lugar: Ciudad de México
Época: Colonial
Género: Terror
Subgénero: Demonios

La Deuda del Diablo es una leyenda colonial de terror de la Ciudad de México. 

Leyenda

Don Rodrigo Hurtado de Alanís vivió en la Nueva España en el siglo XVII. Era un hombre malvado y cruel quien inspiraba terror. Maltrataba a sus esclavos y era implacable al cobrar sus rentas. Tenía un mozo llamado Pedro Almaraz quien cumplía todas sus órdenes, incluso matar esclavos que intentaban fugarse. Pese a su fidelidad, Pedro también detestaba a Don Rodrigo. 

Un día, Don Rodrigo acudió al hogar de Bernardo de Molina, quien vivía en sus tierras, para cobrarle la renta. Durante su visita, Don Rodrigo mató esclavos de Bernardo, a diestra y siniestra. 

Bernardo no tenía cómo pagarle a Don Rodrigo y le pidió que le diera un día más para juntar el dinero. Don Rodrigo se lo cedió. Así, volvió al día siguiente y Don Bernardo le pudo pagar. Don Rodrigo aceptó el oro y prometió volver al día siguiente para darle su recibo a Don Bernardo. 

Sin embargo, Don Rodrigo no acudió al día siguiente, cosa que extrañó a Don Bernardo. Este se presentó en la casa de Don Rodrigo quien afirmó nunca haber recibido su pago ni su oro y que por ello se presentaría al día siguiente en casa de Don Bernardo para sacarlo de sus tierras, a menos que le pagara. Don Bernardo se estremeció y acusó a Don Rodrigo de avaro y mentiroso. Don Rodrigo insistió en que Bernardo debía pagarle. 

Bernardo dejó la casa de Don Rodrigo hecho una fiera y maldiciendo el alma de Don Rodrigo. Al día siguiente, como prometió, Don Rodrigo fue a su hogar a cobrarle. Bernardo insistió que ya le había pagado y que tenía a su mozo, Pedro Almaraz, de testigo. Pero el mozo no apoyó la historia de Bernardo y fue así como Don Rodrigo terminó echándolo de sus tierras. 

Don Bernardo cayó en una profunda depresión. Se emborrachó una noche y presionado por su esposa, fue a casa de Don Rodrigo con la esperanza de conseguir el recibo, pero se arrepintió en el último momento y se retiró. 

Al día siguiente, el amigo y antiguo vecino de Bernardo, Rafael del Toro, le anunció que habían encontrado a Don Rodrigo ahorcado en su casa, que los vecinos habían visto a Bernardo paseándose por ahí la noche anterior y que las autoridades ahora lo estaban buscando. 

Bernardo, aterrado de que lo fueran a inculpar, huyó a los montes, donde borracho y desesperado, pidió al Diablo que se le apareciera y le dijera quién había matado a Don Rodrigo y de paso que le consiguiera el recibo que tanto necesitaba. 

El Diablo se le apareció y le dijo a Bernardo que debía matar a un alma noble, cortarle la mano izquierda y poner sobre cada dedo una vela hecha con grasa humana. La mano entonces le indicaría dónde estaría el asesino. A su vez, el Diablo prometió conseguirle su recibo. 

Bernardo así lo hizo. Asesinó a un inocente leñador, le cortó la mano, puso velas en sus dedos y dejó que lo guiaran hasta casa de Don Rodrigo donde encontró a Pedro Almaraz. La mano lo señaló a él con intenciones de ahorcarlo. Bernardo acusó a Pedro de haber asesinado a su amo y lo amenazó con que la mano lo mataría si él no confesaba. Pedro así pues fue al Santo Oficio y confesó haberle quitado la vida a Don Rodrigo porque este no había querido darle una parte del oro que le había quitado de Bernardo. 

Bernardo, triunfal, fue entonces al cementerio donde se encontró al Diablo, frente a la tumba de Don Rodrigo. El Diablo obligó al cadáver de Don Rodrigo a levantarse por un momento para hacerle el recibo a Bernardo. Así este quedó satisfecho. 

Sin embargo, poco después, Don Bernardo se presentó ante el Santo Oficio para testificar sobre la culpabilidad de Pedro Almaraz, mas estando frente al juez el Diablo le soltó la lengua, obligándole a confesar que había hecho un pacto con él. 

Pedro Almaraz y Bernardo habrían sido quemados vivos como castigos por sus actos impuros. 

Advertencia

Nunca debes hacer un pacto con demonios porque siempre tendrán un alto precio. 

Apariciones en Medios

La leyenda es representada en los cómics de Tradiciones y Leyendas de la Colonia. 

Bebé Dientitos

Nombre: Bebé Dientitos

Lugar: México
Época: Colonial
Género: Terror
Subgénero: Demonios

El Bebé Dientitos o el Bebé con Dientes es una leyenda colonial de terror presente en varios estados de la República Mexicana, incluyendo el Estado de México, Baja California Sur, Quintana Roo y Querétaro. 

Leyenda

Cuenta la leyenda de un pueblo en el que la gente decía que vivía el Diablo, disfrazado pues la gente había visto a seres monstruosos con apariencia de toro o cabra pasearse en los alrededores del pueblo. Tras escuchar estas historias, una noche, un hombre en una cantina gritó "A mí el Diablo me pela los dientes". 

Esa noche, el hombre iba camino a casa cuando en el camino escuchó el llanto de un bebé. El hombre se asomó a unos matorrales y encontró a un bebé abandonado, envuelto en una frazada. El hombre se apiadó del pobre niño. Lo levantó y decidió llevárselo consigo. 

Pero al ponerse en marcha, a los pocos minutos notó que el bebé se volvía más pesado. Al mirarlo notó que le habían salido dientes, puntiagudos como navajas. El bebé le sonrió al hombre y le dijo: "Mira papi, ya me salieron dientecitos". 

El hombre aterrado soltó al bebé y salió corriendo, sabiendo que tal y como lo había desafiado, aquel bebé era el Diablo pelándole los dientes. 

Origen

Esta leyenda habría surgido para explicar posiblemente malformaciones de bebés que hubieran sido abandonados debido a su misma apariencia. 

Advertencia

Si escuchas el llanto de un bebé en medio de la noche por un camino solitario, hay que acercarse con precaución y asegurarse que no tenga dientes, pues si tiene dientes, podría tratarse del Diablo. 

El Pacto de Juan Ruiz

Nombre: El Pacto de Juan Ruiz

Lugar: Toluca, México
Época: Colonial
Género: Terror
Subgénero: Demonios

El Paco de Juan Ruiz es una leyenda colonial de terror de Toluca. 

Leyenda

Cuenta la leyenda de un hombre llamado Juan Ruiz quien era bastante pobre hasta que hizo un pacto con el Diablo, firmándolo con su sangre. Desde entonces se presentó en su casa un hombre muy elegante, siempre llevándole mucho dinero. Juan Ruiz se volvió rico, sin embargo con el paso del tiempo la gente lo notó muy nervioso e inquieto y ello supuestamente se debía a que el pacto que había hecho era a costo de su alma pero también la de su esposa y sus hijos. 

Poco después, Juan Ruiz se fue al monte. Vecinos y familiares se lanzaron a su búsqueda armados de ceras, palmas y agua bendita. Siguiendo sus huellas descubrieron que una pisada era humana y la otra de un macho cabrío. Cuando parecía que estaban a punto de alcanzar a Juan Ruiz, una nube negra lo cubría y al disiparse descubrían que este ya se había alejado bastante. 

Finalmente, la turba llegó a una peña en el camino a Tlamacas donde había una cueva. Ahí encontrar los huaraches de Juan Ruiz. Sus pisadas ya eran ambas de bestia y descubrieron que con sangre estaba escrito en una pared "Aquí en esta cueva se da de alta Juan Ruiz". A este ya no se le volvió a ver. La gente del pueblo regresó a sus casas sabiendo que el demonio se lo había llevado y nada podía hacerse. 

La familia de Juan Ruiz volvió a ser pobre. Tiempo después, un puente del Río de la Verdura, a la altura de la calle Xicoténcatl, se cayó mientras pasaban por ahí varios niños. La corriente se llevó inexplicablemente solamente a los que eran hijos de Juan Ruiz. A uno lo pudieron rescatar un poco más adelante y a otro hasta que llegó al pueblo vecino. 

Desde entonces se dice que los descendientes de Juan Ruiz mueren siempre de forma trágica. 

Origen

La leyenda podría haber surgido para explicar la desaparición de un hombre así como la caída de un puente. 

Legado

Se dice que el Diablo se sigue apareciendo en los alrededores de la peña de Tlamacas. 

Advertencia

Uno no debe acercarse a la Peña de Tlamacas de Noche. 

Apariciones en Medios

La leyenda es representada en los cómics de Menumentos Mexafísicos.