Época: Prehispánica/Colonial/Presente
Género: Terror/Fantasía
Subgénero: Monstruos
Versión Histórica
Del náhuatl atoyatl "río" y huitzli "espina", "El Espinoso del Río", el ahuizotl era una criatura fantástica al servicio del dios mexica de la lluvia Tláloc.
Se le describía como una especie de perro con una mano humana en la cola. Habitaba en ríos y lagos. Era capaz de imitar el llanto de un niño, con lo cual atraía a sus víctimas al cuerpo de agua para después jalarlas con la cola y ahogarlas en las profundidades. Según algunos, las resguardaba en una cueva subacuática donde las devoraba y arrancaba ojos, uñas y dientes.
Sus víctimas eran sacrificios en honor a Tláloc, quien en algunas versiones habría designado a la víctima para que su leal sirviente la cobrara.
También se decía que podía causar remolinos pequeños con los que sacaba volando del agua a peces y ranas.
Leyenda
Cuenta una leyenda que data desde tiempos prehispánicos que en el lago de Xochimilco habitaba desde uno hasta varios ahuizomeh (ahuizotl en plural) que se dedicaban a ahogar y devorar gente hasta que los habitantes de los alrededores comenzaron a dedicarles ofrendas.
Los lugareños lograron un tipo de amistad con los ahuizomeh, lo cual les permitió moverse por las aguas a sus anchas, crear chinampas y hasta jugar con ellos. Se dice que también los ahuizomeh les concedieron el don de caminar en las aguas como si estas fueran un chapoteadero, sin importar la profundidad. Todo cuanto pedían a cambio era que al presentarse un ahuizotl, le dieran a este una ofrenda.Desde entonces, durante la Colonia y todavía hasta el siglo XX se han realizado diversas ofrendas, algunas en formas de escultura, para los ahuizomeh a los que según se dice cada vez se ven menos y cuando se aparecen, se les tiene terminantemente prohibido tomarles una foto.
Una versión contemporánea de la leyenda narra que una mujer que quería ser princesa vivía en el Castillo de Xochimilco y fue su enamorado quien trajo a un Ahuizotl para que resguardara su hogar. En esta versión se cree que el leal ahuizotl se pasea alrededor de la fortaleza aún vigilante, a pesar de que su protegida ya no se encuentre con vida.
Origen
Algunos historiadores creen que el ahuizotl era un animal ahora extinto con semejanza a las nutrias, que podía ser encontrado en el Lago de Texcoco. Otros afirman que era solo el nombre con el cual los nahuas identificaban a las mismas nutrias.
La criatura surgió para explicar los ahogamientos de personas en ríos y lagos. Probablemente también como una suerte de advertencia para que las personas en tiempos prehispánicos se anduvieran con cuidado al estar en cuerpos de agua.
Puntualmente el Ahuizotl de Xochimilco explicaría los ahogamientos en dicho lago en específico y posteriormente la facilidad que tuvieron los lugareños para colonizar la región con chinampas.Legado
Aún hoy en día se realizan ofrendas a los ahuizomeh en Xochimilco. Destaca en 1930 una suerte de festival que se realizó con esculturas para honrar a los ahuizomeh, de la cual persiste un registro fotográfico que en 2022 fue restaurado y coloreado por la artista Antonieta Martínez y con asistencia de Inteligencia Artificial.
Advertencia
Si te paseas por Xochimilco y escuchas el llanto de un niño, no debes seguirlo o podrías encontrarte con un Ahuizotl que podría jalarte a las profundidades, ahogarte y devorarte. Ahora bien, si haces caso omiso de la advertencia o si por casualidad te encuentras a un ahuizotl, deberás darle una ofrenda para que te permita el paso seguro por las aguas de Xochimilco. De no darle ofrenda, te devorará.Hoy en Día
Se siguen realizando ofrendas a los ahuizomeh aunque en menor escala.
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