Época: Moderna
Género: Apócrifa
Subgénero: Héroes
Versión Histórica
Juan de Dios Azios Ramírez era un indigente quien vivió en San Luis Potosí, en el barrio del Montecillo, en el siglo XIX. Había elegido vivir en situación de calle. Se paseaba vistiendo una estera y un sombrero, con un jarro de terracota pidiendo dinero a los transeúntes el cual utilizaba después para ayudar a otros individuos que tampoco tenían un hogar. Por esto, se hizo muy querido por la comunidad.
Hablaba en refranes y aforismos. Odiaba el mes de julio, bañarse y la riqueza. Un sacerdote le ofreció trabajo en una ocasión y Juan lo rechazó pues había elegido vivir siempre en la humildad. Debido a que era muy inteligente y sabio, la gente acudía a él para pedirle consejos.
Juan falleció el 08 de noviembre de 1895 a los 66 años. A su funeral acudió gente de todas las clases sociales a honrarlo con cánticos. Su cuerpo fue sepultado en el panteón del barrio de Montecillo. Cuando el panteón fue derribado, su cuerpo fue trasladado al panteón del Saucito. Su tumba fue profanada, su cuerpo robado y solo quedó detrás su cráneo el cual fue trasladado por una rica familia potosina a una cripta donde hoy en día se le adora.
Leyenda
En vida, tal era la fama de la inteligencia de Juan del Jarro que la gente le atribuyó poderes místicos y adivinatorios. Se creía que podía ver el futuro en su jarro o que podía escucharlo al colocar su oído en él.
Un relato narra que Juan visitó un día a un amigo barrendero suyo de nombre Anacleto Elizalde. Juan le dijo a Anacleto que en poco tiempo sería mucho más rico que su empleador y pidió que le compartiera un poco de su futura riqueza para que la distribuyera entre los pobres de la ciudad. Tiempo después Anacleto descubrió ser el hijo de un rico hacendado quien lo había concebido cuando su madre laboraba para el hacendado como sirvienta. Al no tener más hijos, a su muerte, el hacendado mandó a buscar a su bastardo para que heredara toda su fortuna. Anacleto entonces se enriqueció y cumplió la petición a Juan, donándole dinero para los pobres del barrio de Montecillo.
Se cuenta que en otra ocasión una mujer de clase alta quiso desafiar las habilidades de Juan, tomándolo por charlatán. Le preguntó cómo se llamaría el hombre con el que se casaría (en otras versiones si es que se llegaría a casarse). Juan le respondió que se casaría pero no con el padre del niño que llevaba en vientre. Al haberle respondido frente a las amistades de la aristócrata, la mujer quedó abochornada. Días después la mujer descubrió que estaba embarazada y al desconocer la identidad del padre abandonó la ciudad. Regresó años después casada, con un hijo que no era de su marido. Dicho niño creció para convertirse en sacerdote y dar trabajo a su madre como confeccionadora de los atuendos de la parroquia.
También se cuenta que Juan logró profetizar la muerte de un sacerdote, tres días después de haber conversado con él y dicho y hecho, su visión se cumplió.
Cuando Juan falleció, se dice que 4 días después salieron un conjunto de escarabajos de su tumba haciendo rodar bolas de arcilla. Otros dicen que su espíritu abandonó el sepulcro y se pasea concediendo milagros a quien le dedique una ofrenda.
Supuestamente, Juan en una ocasión profetizó que San Luis acabaría por una inundación algún día. Algunos atribuyen que su profecía se volvió real el 15 de septiembre de 1933 cuando durante una lluvia hubo un desborde del río de Santiago provocando una inundación que interrumpió el tradicional grito de independencia y causó las muertes de múltiples personas.
Origen
Juan de Dios Azios fue un personaje real. Fue su sabiduría y el que hablara en refranes lo que le afloró todo tipo de relatos sobre sus habilidades místicas.
Legado
En el Jardín Guerrero, frente a la Avenida Universidad en la Ciudad de San Luis Potosí se encuentra una estatua en honor a Juan del Jarro.
Hoy en Día
La gente peregrina al sepulcro de Juan del Jarro el Día de Muertos para hacerle una ofrenda ya sea en monedas de plata, jarros con agua, crucifijos o estampillas con la esperanza de que les conceda un milagro.
Advertencia
Si quieres que se conceda algún milagro referente al futuro, se suele sugerir que lleves un jarro con agua o monedas al sepulcro de Juan del Jarro el Día de Muertos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario